Tres cosas están claras en el término Web 2.0: La libertad de contenidos (línea procedente del software libre); las redes sociales (paradigma de trabajo en la gestión del conocimiento) y las esperanzas depositadas en este paradigma-tecnología como nueva herramienta (y posiblemente definitiva) para realizar innovación educativa. El dios romano Jano tenía dos caras, una miraba hacía el pasado, la otra hacia el futuro. Antes de mirar al futuro hagamos una mirada retrospectiva.
- En los años 80 el paradigma E.A.O. (Enseñanza Asistida por Ordenador) despertó un enorme interés. El recién llegado ordenador personal se podía aplicar en los procesos de formación, ya que tenía la capacidad de trabajar con información, analizarla y emitir respuestas en función de la entrada; se podía programar (principalmente en el lenguaje LOGO) procesos que pudiesen ayudar al profesor para analizar; por ejemplo la respuesta de un alumno a una pregunta y en función de su respuesta emitir refuerzos, pasar a otras preguntas, explicar, proponer una actividad, etc. Era similar a un profesor ayudante.
- A mediados de los 80, las nuevas esperanzas de aplicar los paradigmas tecnológicos se depositaron en conceptos como multimedia, hipermedia e hipertexto. La idea era utilizar de forma conjunta múltiples canales (audio, video, imágenes, textos, gráficos y simulaciones) unidos a través de enlaces (exactamente igual que están organizadas actualmente las páginas web). Su tecnología estrella era el CD-ROM.
- En los 90 apareció, para el mundo académico, lo que parecía por fin el nuevo paradigma tecnológico: Internet. Ahora se podía añadir un nuevo canal de comunicación con múltiples ventajas respecto a la publicación de contenidos y la comunicación entre los agentes del proceso formativo (profesores, alumnos y administrativos). Hasta mediados de los 90 a este paradigma se le denominó tele-formación y la aparición de la banda ancha de Internet hizo evolucionar el paradigma al término e-learning.
- A principios del 2000 apareció un nuevo paradigma: “la gestión de conocimiento” frente a la gestión de la información; se trataba de gestionar el conocimiento de las personas, de cooperar, de hacerlo llegar a los sitios donde se podía utilizar y producir nuevo conocimiento. A este paradigma se le relacionó con el concepto de creación de conocimiento durante el propio proceso de formación; por tanto había una aplicación inmediata.
¿Qué tres cosas tienen en común todos esos paradigmas?
- Que sus principios y fundamentos, aplicados adecuadamente al proceso formativo lo mejoran considerablemente y satisfacen nuevas necesidades. Por tanto son herramientas y paradigmas innovadores.
- Que todos los procesos formativos que decían utilizar esos paradigmas utilizaban la tecnología que se consideraba la adecuada; por ejemplo en e-learning siempre se utiliza Internet.
- Que, actualmente, la mayoría de los agentes relacionados con la formación, tienen pocas o ninguna esperanza depositada en esos paradigmas tecnológicos. El motivo ha sido que todos esos paradigmas se utilizaron como marketing, sin preocuparse demasiado de aplicar los verdaderos métodos y fundamentos sobre los que se conseguía la innovación educativa.
Ahora miremos al futuro
Fundamentos y razones le sobran al concepto Web 2.0 para ser utilizado como método innovador en el proceso formativo; los paradigmas centrados en el aprendizaje, la cooperación, la libertad de utilizar el conocimiento y, por supuesto, las herramientas asociadas al concepto Web 2.0 son condiciones suficientes para mejorar el proceso formativo (si se tiene claro lo que hay que mejorar).
Ahora bien, si para “vender” nuestro proceso formativo nos limitamos a utilizar blog, wikis, redes sociales y publicación de contenidos bajo licencias libres; entonces, lo más probable, es que dentro de unos pocos años, las esperanzas las depositaremos en nuevos paradigmas; de hecho, si buscamos el término “Web 3.0” ya aparecen 1.500.000 referencias.
Así pues, la respuesta a la cuestión inicial es la misma que se daría a cualquiera de los otros paradigmas en sus épocas respectivas: dependerá de nosotros mismos, si cuando nos vayan a “vender” el nuevo paradigma conseguimos no preguntar por la tecnología sino por los procesos formativos mejorados y por los resultados que se obtienen aplicando los mismos, entonces estaremos dando un primer paso para que la Web 2.0 sea una innovación educativa aplicable.
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Investigación e Innovación Educativa 
Lo que realmente cambia en la web 2.0 es que la participación pasa al «otro lado» a los usuarios, en el caso de la formación a los alumnos, lo que encaja bastante bien con la orientación a colaboración de la que tanto se habla ahora.
Si se consigue cambiar los procesos formativos aprovechando esta ventaja podemos obtener una mejora en la gestión del conocimiento, resucitando un concepto que me sigue pareciendo muy interesante, ya que tendremos un repositorio mayor sobre el que trabajar proveniente de los propios destinatarios (alumnos).
La web 3.0 se basa teóricamente en la web semántica (algo también bastante comentado desde hace años) para mejorar el proceso de lo que tenemos, pero sigue basándose en los conceptos 2.0 de participación, así que los procesos de la 2.0 serán prácticamente válidos para la 3.0 e incluso se verán mejorados.
Ahora el problema es conseguir esa innovación educativa basada en el nuevo paradigma (que como comentabas el otro día no es fácil), no hacer lo mismo con distintas herramientas que ha sido el error que se ha cometido en situaciones anteriores.
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Hola Will, tienes razón en que la formación pasa al «otro lado», o mejor dicho, el otro lado es más activo y participativo; precisamente eso es lo que persigue el paradigma basado en el aprendizaje (independientemente de la tecnología que se utilice).
A mi modo de ver, la importancia de la Web 2.0 es como eso de que nadie es profeta en su tierra. El paradigma basado en el aprendizaje es tan antiguo como la propia formación, pero basta con que en otros campos se hable de Web 2.0, para que cause una auténtica revolución en la formación.
Parece que la tecnología Web 2.0 es la más adecuada para realizar paradigmas basados en el aprendizaje; pues bienvenida sea.
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La web 2.0 tiene un problema, y es que en cada comunidad hay muy poquitos que participan siempre, unos pocos que participan esporádicamente y muchísimos que simplemente son receptores pasivos de la información. Pasa en foros, wikis, en comentarios, de hecho he leído algún tipo de ley sobre esto, aunque no recuerdo dónde, siento no poner el enlace.
Si no conseguimos una participación activa la web 2.0 no tiene mucha más potencia que otros métodos, simplemente unos con más conocimientos enseñando, pero sin mejoras del resto de usuarios.
Por otra parte el concepto de web semántica es bastante atractivo, pero todavía necesita trabajo.
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Eso de la participación es cierto, lo que pasa es que suele ocurrir en sitios donde «no es necesario» participar, por ejemplo foros, blogs… en el caso de un foro si encuentro solución a mi problema ni pregunto ni aporto, ya estaba todo ahí.
Por eso en proyectos que requieran participación es necesario alcanzar una masa de usuarios suficiente como para que las aportaciones sean relevantes, por ejemplo digg (www.digg.com) fresqui(www.fresqui.com) o menéame (www.meneame.net) donde las noticias las aportan los usuarios y la relevancia la alcanzar por los votos de los participantes, para que el «gran público» las lea, supongo que aquí esa regla se cumple bastante bien, algo parecido pasa en los blogs, donde los comentarios son un muy pequeño porcentaje de las visitas.
Otra cosa es en sitios donde hay que participar porque sí, por ejemplo en un curso donde se pide que todos aportéis algo, o que se trabaje colaborativamente, ahí el conocimiento del grupo es mayor al ponerlo en común.
La ley que comentas se suele decir de 90-9-1 90% leen, 9% opinan esporádicamente 1% es habitual colaborador.
http://www.moebius.lodigital.com.ar/?p=404 en español
http://www.useit.com/alertbox/participation_inequality.html original
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Efectivamente, la cooperación ha sido el mayor problema para implantar programas de gestión de conocimiento; muchos de ellos lo tenían todo: la tecnología, la metodología, incluso encuestas donde los empleados decían que habitualmente compartían información; sin embargo cuando se implantaba un proceso cooperativo muy poca gente participaba.
En formación es lógico pensar que tendremos los mismos problemas, pero hay una salvedad; si el profesor dice “hay que cooperar para aprobar” pues los alumnos cooperan y ya está; también es posible que si el profesor dice que para aprobar “hay que bailar una muñeira”, pues probablemente también se bailaría.
Pienso que nos puede pasar como en la gestión de conocimiento, lo tenemos todo: un paradigma denominado de aprendizaje donde se dice que la cooperación es una excelente forma de aprender; una tecnología (la Web 2.0.) que lo permite hacer y unos alumnos que están dispuestos a cooperar si con ello se aprueba; a mi modo de ver, la cooperación se utilizará si a los alumnos les permite aprender más y aprobar más fácilmente; siempre y cuando la cooperación no sea lo que condiciona el aprobado.
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Willhelm Lappe, gracias por los enlaces, no tenía mucho tiempo para buscarlos ayer y cuando hoy vengo a poner cosas veo que ya las habéis puestos.
Respecto a digg, meneame o fresqui, son proyectos muy interesantes pero en los que la gente también se deja llevar mucho por lo que votan los demás, o una minoría muy activa. En los últimos meses en meneáme han tenido discusiones sobre votos negativos, etc, es más, es sorprendente como todo tipo de noticias que tengan linux en su enlace son meneadas, sin ser objetivamente muy interesantes.
Por otra parte, en educación, la cooperación es fácil de pedir, desde hace tiempo hay trabajos en grupo, la web 2.0 no deja de ser hacer un trabajo en grupo, por otros medios de tecnología. Además tiene otras ventajas que no se ve en un trabajo en papel, se sabe quién lo trabaja y quién no participa tanto, podría ser un avance muy interesante, pero implica también algo más de esfuerzo para profesores que el dar una clase y ver un examen o un trabajo. Incluso del lado de alumnos hay mucha gente que prefiere estar tranquila durante el curso y hacer un examen al final en vez de pasarse todo el curso pringando y haciendo trabajos.
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Ojalá el término «WEB 2.0» no se quede en una ilusion en potencia que ha esperanzado a muchas mentes a conseguir algo realmente útil. Pero desgraciadamente la sociedad tiene la virtud de «usar» este tipo de «herramientas» para todo, menos para lo realmente importante
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Creo que los que más daño hacen son los que utilizan este tipo de herramienta para vender «lo último» en, por ejemplo, educación y sin embargo «venden» cualquier cosa que no tiene nada que ver con Web 2.0.
Las personas que ilusionadas se acercan a ver esa maravilla, quedan defraudados y su comentario es «esto de la web 2.0 no sirve para nada».
Salu2
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SALUDOS
ESTOY INTERESADA EN CONOCER COMO PUEDO EMPLEAR DIFRENTES HERRAMIENTAS EN EDUCACIÓN
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Hola Ada:
Hay distintas herramientas que puedes utilizar en determinadas facetas formativas y para cada una de esas facetas hay varias herramientas de una misma familia.
Es por tanto muy extensa los tipos de herramienta; si indicas para qué la quieres utilizar te podría indicar alguna
Salu2
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