España es el único país que aumenta de porcentaje respecto a años anteriores (1997, 2002 y 2006), el resto disminuye, lo cual quiere decir que al menos en el resto de países la tendencia de futuro es buena; sin embargo en España es mala.
España (junto a Portugal) es el país en el que menos alumnos hay por profesor en el nivel de secundaria de la segunda etapa; hay 7,8 alumnos por profesor. Este dato no lo suelen reflejar las noticias, sin embargo para mí es importante, ya que significa que se podría aplicar métodos de formación innovadores, paradigmas basados en el aprendizaje y un sin fin de metodologías participativas que no se aplican. Dicho de otra forma, que el abandono no es ni por las infraestructuras, ni por la carencia de profesionales ni por la masificación de las aulas.
En la Universidad la situación es prácticamente idéntica, el abandono supera el 30% (frente a la media europea que es del 16%), la matriculación desciende año a año y los alumnos necesitan prácticamente el doble de tiempo del previsto para titularse.
Lo que sí es curioso es lo que dicen responsables de cada entidad; por ejemplo la Ministra de Educación apunta a la crisis económica y a la «falta de exigencia» del mercado laboral; el mercado laboral suele decir que de la universidad no se sale ni con competencias ni con valores necesarios para el trabajo y desde la universidad se dice que el problema es que los alumnos vienen mal preparados de la enseñanza no universitaria; es decir, cada agente «culpa» a otro de los malos resultados. Probablemente, todo esto significa que el problema es de todos y que todos tenemos que mirar hacia nuestro ombligo para tratar de aportar soluciones (tal y como hace Francisco Michavila en una entrevista realizada en el suplemento campus del periódico «El Mundo»)
Yo me quiero sumar a la búsqueda de soluciones; evidentemente sería pretencioso decir que lo que voy a comentar es una solución, pero sinceramente creo que ayudaría bastante a reducir la tasa de abandono.
Para ello permítanme remontarme a los años 50 y en los entornos rurales.
La tasa de abandono escolar en esos entornos era altísima; probablemente más del 90%; es cierto que las infraestructuras no eran buenas ni adecuadas (a menudo un maestro para todos l@s niñ@s del pueblo y para todos los niveles educativos; poco material escolar,…) pero la tasa de abandono no tenía nada que ver con todo eso; sencillamente era que los niños se tenían que incorporar a la economía familiar a muy temprana edad. Muchos de esos niños querían estudiar, aprender les motivaba; sin embargo sus familias no podían permitirse semejante lujo.
En esos contextos, el entorno no ofrecía muchas motivaciones (cuidar el ganado, ayudar en las labores agrarias, no tener dinero más que para las necesidades básicas, etc); sin embargo la Escuela sí que ofrecía algo distinto y novedoso, ofrecía descubrimientos y nuevas «sensaciones»; incluso podría suponer el «pasaporte» para huir del día a día y salir del entorno desmotivador.
Actualmente la situación, desde el punto de vista de la Escuela como elemento motivador, es al contrario.
El contexto actual del niño le ofrece elementos motivadores diarios, fáciles de conseguir y rápidos de obtener. Los anuncios, los juegos electrónicos e Internet (correos, redes sociales y comunicación multimedia) actúan continuamente como elementos motivadores. En el colegio ocurre lo contrario es un elemento desmotivador, ya que mantiene el mismo planteamiento metodológico que en los años 50. La escuela ni ha sabido ni ha entendido que tiene que competir con los elementos motivadores externos.
Es cierto que las infraestructuras y recursos se han mejorado infinitamente; pero desde luego la situación no es la misma, principalmente para los niños de 7 a 12 años; por tanto los niños se sienten más motivados por el contexto social que por el contexto formativo del colegio.
Dicen los estudiosos del tema que la motivación más importante es la interna; es decir, la motivación por aprender, por obtener reconocimiento profesional, por satisfacción personal,…. Estas motivaciones internas son las que más influyen en el éxito escolar. Ahora, por favor, díganme a cuantos niños conocen que tengan esos elementos de motivación; dicen además los expertos que si no hay motivación interna es muy difícil conseguirla con la externa (la que pueden hacer los colegios y familiares).
Para complicar más las cosas los niños tienen una motivación externa negativa; es decir, si no aprueban en casa, se les castiga, en el colegio se les suspende (y repiten, que para un niño es una condena, ya que van a ir con los «peques»).
Por todo ello considero que el aspecto más descuidado por todos es la motivación. Desde la familia podríamos motivar a los niños, pero no sabemos. En los colegios deberían motivar a los niños; pero pienso que no se hace.
Cuando un niño de edad comprendida entre los 7 y 12 años fracasa, no es por la dificultad de los contenidos, es por la carencia de motivación.
Si no somos capaces de motivar a nuestros pequeños, nunca seremos capaces de reducir el abandono escolar en los distintos niveles educativos.
En cada nivel educativo, desde primaria hasta la universidad, se debería reflexionar e incluir herramientas que ayudaran a que los alumnos obtengan motivación interna; tampoco estaría de más que para los familiares existieran cursos o guías de cómo motivar a los niños.
Categorías:Educación, iniciativas, metodologías educativas
Estupenda reflexión, estoy totalmente de acuerdo!
Me gustaMe gusta
Lo mismo digo. Y añado algo más: un ambiente familiar acostumbrado ya a la alfabetización digital, sobre todo en los padres/tutores, ayudaría muchísimo, sobre todo a controlar el uso negativo de las TICs …
Por eso, considero muy interesante la propuesta final, porque al final, los niños en edades tempranas siempre intentan imitar a sus padres. Y que mejor imitarlos con el buen uso de las TICs desde pequeños, advirtiéndoles poco a poco, a la edad justa, de los riesgos perniciosos que también encierran el uso de las mismas.
Por último, también considero clave la coordinación y la motivación interna de todos los actores implicados y responsables en esto para ayudar entre todos a resolver esto. Se lo debemos a nuestros desdencientes. Y, a este respecto, la Universidad podría asumir el papel de coordinador o líder, que si quiere, y se lo propone, sabe y tiene medios para lograr el éxito final, o al menos, romper la tendencia negativa actual.
Me gustaMe gusta
¿Y qué me dicen de la universidad? ¿somos conscientes de que los alumnos que nos llegan ya no son los de hace 20, 10 años? No entro en la discusión del nivel con el que llegan, sino de las habilidades diferentes con las que llegan ¿estamos preparados?
Me gustaMe gusta
El problema de la motivación tiene un origen muy claro: por lo gerenal vamos a la escuela o a la universidad a que nos cuenten cosas… de las cuáles solo retenemos el 5%. A poco de que nos empienzan a contar cosas nos aburrimos y eso es normal porque asi es la naturaleza humana! Los humanos estamos programados para «hacer» no para escuchar! De hecho, solo aprendemos cuando «hacemos» algo. Esto está científicamente probado. El problema es que los maestros y profesores, ya sea por desconocimiento o por por facilismo, están empeñados en que aprendamos a través de lo que nos cuentan…
Pensemos: ¿cómo aprende un niño a nadar? ¿cómo aprende un niño a jugar al tenis? Haciendo!! Sería impensable pretender que un niño aprenda a nadar porque alguien le cuente cómo se nada… o que aprenda a jugar al tenis viendo jugar a Rafa Nadal ¿verdad? Y sin embargo pensamos que todo lo demás sí que lo puede aprender escuchando y mirando… pero, la realidad es tozuda y los datos no mienten… efectivamente, el 30% no resiste a la tortura y desiste! Pero es que hasta Einsten iba poco o nada a las clases de la universidad porque se aburría…
Lo que hay que hacer para solucionar el problema es cambiar el método de enseñanza. Como todo cambio, es lento y cuenta muchísimo implementarlo. Las empresas son quizás las primeras que están viendo la necesidad de un cambio. Nosotros estamos trabajando con algunas empresas pioneras en este campo ayudándolas a desarrollar programas en que la gente «aprende haciendo». La metodología existe y se está implementando en varios lugares. Se llama «Story Centered Curriculum» y fue desarrollada por Roger Schank en los Estados Unidos. Si os interesa, aquí os dejo un link para que veáis en qué consiste (eso sí, está en inglés): http://vista.engines4ed.org/home/index.htm. Que os aproveche!
Me gustaMe gusta
Excelente reflexión, e interesante haber encontrado esta entrada justo cuando ayer comencé un blog que está aun en pañales… ya que desde hace un mes comenzamos una amiga y yo a preparar un proyecto para los padres de esta generación. Este proyecto está a mi modo de ver bastante relacionado con la motivación externa que tienen los niños hoy en día y que han tenido desde antes de nacer -en el vientre- con estímulos sensoriales muy variados. Todo esto
no lleva al hecho de tener una generación muy hiperactiva y con muchos deseos de realizar actividades en el contexto creativo. Además estos niños viven con la tecnología y ya desde muy pequeños manejan el ratón de un ordenador primero que aprenden a escribir. Podríamos inducir que de ahí surgen muchas de las necesidades actuales de nuestros niños como son los problemas del TDAH que se ven en incremento actualmente a nivel mundial. Si, pienso que es momento de cambios en la estructura educativa de España para adaptarnos a estos cambios que son un hecho… pero también es momento de educarnos como padres y maestros para tener herramientas de creatividad, motivación y comunicación. De ahí surge el proyecto.
Si me permites tomaré alguna información de tu entrada para incluiro en nuestro blog.
Gracias
Me gustaMe gusta
Hola «Generacioz»
Comenzando por el final, por supuesto que puedes tomar toda la información que desees del blog (para eso está).
He vistado vuestro blog y creo que tiene bastante futuro, ya que la temática es realista y necesaria.
Os deseo una buena andadura.
Salu2
Me gustaMe gusta