Interactividad. Formación on-line interactiva.

Recuerdo que cuando aparecieron los primeros cursos basados en ordenador, éstos se vendían como formación interactiva; realmente lo que se estaba vendiendo era un contrapunto a la formación presencial, de la que se decía que no era interactiva. Así pues, se vendían dos conceptos: estudiantes activos (formación con tecnologías) frente a estudiantes pasivos (formación presencial). Lo cierto es que la venta de “interactividad” tenía dos partes: una verídica y otra de puro marketing.

 Para aclarar el concepto, imagínense que el curso interactivo no es más que un video de un profesor impartiendo una clase teórica. Ahora imagínese que asiste a la clase teórica del profesor, el que se entere o no de los conceptos expuestos dependerá de la “calidad” de la exposición del profesor. Si esa clase se graba en un video y ese video se pone en un curso on-line, usted podrá ver el video cuando quiera, pararlo, continuar después de comer, rebobinarlo, etc.

 Evidentemente el video de la clase teórica es interactivo, usted puede interactuar con él; ahora bien, desde el punto de vista formativo el que se entere o no se entere de esos conceptos, al igual que en la exposición presencial, dependerá de la “calidad” con la que el profesor exponga y transmita esos conceptos.

 Muchos cursos on-line, etiquetados como interactivos, se quedan sólo en eso, en la posibilidad del ordenador de parar, rebobinar y acceder a los recursos, no en el diseño de los mismos. Así pues desde un punto de vista tecnológico, todo contenido que esté en un ordenador es interactivo; pero desde el punto de vista formativo la cosa cambia bastante:

 Desde un punto de vista formativo (no tecnológico) hay tres niveles de interactividad:

  • En la presentación (curso, materias, contenidos, …)
  • En los propios contenidos.
  • En los procesos formativos (metodologías, estrategias, paradigmas,…).

 

En la presentación.

El objetivo de este bloque es precisamente facilitar la interacción. Los participantes en el curso deben ser capaces de identificar, localizar e interactuar con todos los recursos, procesos y servicios que ofrece el curso.

En las primeras aplicaciones multimedia formativas (realizadas en CD-ROM) había mucha variedad de diseño, prácticamente cada curso ofrecía un diseño distinto, el principal objetivo de ese diseño no es hacer “bonito” el curso, sino facilitar la interacción.

El actual reinado del Moodle en el contexto de software libre y el de BlackBoard en el de propietario, no dejan muchas iniciativas creativas para el diseño interactivo.  El diseño interactivo del curso on-line está predefinido en la propia plataforma.

El diseño interactivo está embebido en las propias plataformas; por tanto, este tipo de diseño no requiere grandes expertos ni grandes costes; a pesar de ello, el diseño en la presentación está bastante descuidado, no se utilizan todas las posibilidades que ofrecen las plataformas.

 

En los contenidos.

La interactividad en los contenidos depende del objetivo formativo y el concepto a transmitir; así pues hay contenidos en los que no se necesita interactividad y otros en los que es imprescindible.

Un contenido conceptual que necesite ser “estudiado” no necesita interactividad, de hecho es improductiva. Si se necesita estudiar el mejor formato de ese contenido es el formato imprimible. Hay muchos cursos que no presentan contenidos en soporte imprimible, si esos contenidos se quieren estudiar, o realizar un análisis profundo de los mismos, los formatos interactivos son una auténtica pesadilla. Tener contenidos en formato imprimible es muy sencillo; bastaría con tenerlos en cualquier formato que genere un tratamiento de textos.

Presentación de un contenido conceptual. Aquí si se requiere interactividad, no es lo mismo presentar un determinado contenido que estudiarlo. La interactividad hace más fácil comprender el objetivo, alcance o visión del contenido. La interactividad no es imprescindible, pero si la hay, facilita la transmisión del conocimiento. Lo ideal sería que la presentación de un contenido conceptual tuviese interactividad y el desarrollo del mismo fuese en formato imprimible. No se requiere mucha inversión (en tiempo, esfuerzo y dinero) para hacer interactivos este tipo de contenidos, valdría con una simple presentación tipo power point.

Conocimiento sobre procesos, métodos y en general cualquier aplicación de los conceptos. Por lo general estos contenidos requieren interactividad y simulación. Es muy difícil transmitir un proceso si no se permite que el usuario interactúe con él y la simulación muestre el resultado de esa interacción. Este diseño interactivo suele ser caro, ya que requiere personal especializado en simulación y un conocimiento muy exhaustivo del propio proceso científico de lo que se pretende simular.

Una cuestión que he visto en muchos cursos on-line es la realización de contenidos interactivos con un único objetivo: “que el alumno pase más tiempo delante de la pantalla del ordenador”. Este diseño interactivo no se debe a la necesidad de la interactividad formativa sino a que el éxito del curso se mide por el tiempo que un alumno pasa delante de la pantalla; este planteamiento en sí mismo es un gran error por dos motivos:

Porque trata de medir la “asistencia a clase” (lo cual no mide ni las capacidades ni las habilidades adquiridas).

Porque no facilita la labor de adquisición, en caso de que se necesite “aprender” de esos conceptos (lo ideal sería dar esos conceptos en formato imprimible; pero no se suministran porque entonces el alumno permanecía muy poco tiempo delante de la pantalla del ordenador).

 

En los procesos y metodologías interactivas.

La mayoría de la formación continua, profesional, empresarial y últimamente la universitaria se realiza para que los participantes en los cursos adquieran habilidades y capacidades; para conseguir estos objetivos se necesitan  procesos formativos interactivos.

Es en este punto donde hay mayor confusión, la mayoría de los cursos presentan interacción en la presentación y en los contenidos pero no en los métodos; los procesos formativos no suelen presentar interacción.

Hay metodologías que nos permiten transformar una clase teórica en un proceso interactivo entre el alumno, el profesor y los recursos. Un ejemplo son los métodos de caza de tesoro y WebQuest.

Hay metodologías que nos permiten evaluar la interacción en procesos en los que es imprescindible  que haya interactividad. Por ejemplo el trabajo en grupo.

Hay metodologías que nos permiten planificar y orientar todo el curso como un proceso interactivo entre participantes, profesorado y recursos. Un ejemplo es el método de Kolb.

 Este tipo de interactividad es muy poco conocida; el coste de su introducción es variado; por ejemplo introducir caza del tesoro, WebQuest y trabajo en grupo interactivo es muy sencillo, ya que no exige cambiar ni la estructura ni la planificación del curso

Sin embargo, transformar todo el curso en un proceso formativo interactivo, requiere transformar toda la estructura del curso, y además las plataformas actuales no están preparadas para llevarlo a cabo, por tanto es bastante costoso.

A partir de ahora les sugiero que cuando le digan que un determinado curso on-line es interactivo, compruebe el nivel de interactividad. Desgraciadamente verá que la mayoría de ellos presenta la interactividad tecnológica (la que de forma estándar facilita cualquier TIC) y de presentación (la que de forma estándar suministra la propia plataforma e-learning). Verá que muy pocos tienen contenidos interactivos (con fines formativos) y casi ninguno tendrá metodologías interactivas.



Categorías:Educación, Tecnología Educativa

11 respuestas

  1. Estimado Ángel:
    Mi nombre es Cristina Velázquez y soy Profesora de Informática, de Ciencias Exactas y capacitadora de docentes en TIC.
    Quiero invitarla a participar de una de mis iniciativas denominada «Tu Blog en mi Blog»
    http://www.tublogenmiblog.blogspot.com/
    Para que comprenda mejor de qué se trata, puede leer la presentación en
    http://tublogenmiblog.blogspot.com/2009/02/presentacion.html

    Si desea saber más sobre mi puede visitar mis otros blogs:
    http://www.capacitechbsas.blogspot.com/
    http://www.aprendiendocolaborativamente.blogspot.com/
    http://www.forodocentesinnovadores.blogspot.com/

    Espero que te interese la propuesta de contarnos, a través de una entrada, acerca de su Blog.
    Cordialmente
    Prof. Cristina Velázquez

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  2. La interactividad en la educacion es imprescindible, solo de esta manera los agentes de la educacion tienen la oportunidad de ser agentes de su propio aprendizaje.

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  3. Entendí. Tengo un sitio google donde coloco información unidireccional para todos mis estudiantes, a la espera de que accedan a la misma. La realimentación no ocurre por esa ruta, sino en los encuentros presenciales. Entonces, la herramienta misma del site no contiene interacción formativa, más allá de la consulta y la gestión presencial.

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