Me decían que el número de detractores de los MOOC está creciendo igual de rápido que lo hizo el número de partidarios. Actualmente hay un debate sobre la eficacia de los MOOC y si explotará la burbuja que entorno a ellos se ha creado.
Parece que las universidades y las plataformas donde están los MOOC tienen sus razones para impulsarlos; la verdad es que me dan igual sus razones, lo importante para mi es que nos dejan poner en abierto nuestros cursos y además ponen el sello de la universidad; incluso animan a que el profesorado haga MOOC. Por tanto estamos de enhorabuena, cursos on-line, en abierto, en los que se pueden apuntar todo el que lo desee, con la garantía de las mejores universidades del mundo y con profesores que no les importa dedicar tiempo sin tener muy claro ni cuáles van a ser sus beneficios ni de qué tipo. Por tanto esto de los MOOC parece una buena idea.
Entonces… ¿Dónde está el problema?
La “M” de masivo hace que los participantes sean muy heterogéneos, tanto en edad, profesión, estudios, interés por el curso y objetivos. Evidentemente cuanto más heterogéneo y masivo sea un curso menos posibilidades tenemos de satisfacer a todos. Por esa razón los MOOC tienen una alta tasa de abandono (el 90%)
Hay serias dudas de la “O” de Open, ya que el curso es gratuito pero si quieres un certificado con el sello de la universidad hay que pagar. Por cierto, hay que aclarar que aunque parezca que el dinero se lo lleva el profesorado, nada más lejos de la realidad; por ejemplo, en Miriadax si tienes un curso con una sola edición, la universidad se lleva el 10% de lo facturado por los certificados. Puedes ver esta información en la página 46 de este documento (también se describen otras modalidades para más ediciones, así como modelos de otras plataformas).
La “O” de on-line da rigidez en lugar de flexibilidad. Evidentemente me refiero a las plataformas, sobre todo las de tipo X (son similares a un LMS), estas plataformas no dejan mucho juego, “obligan” a realizar el curso bajo una estructura determinada y rígida.
La “C” de curso, parece que ha nublado la vista a todos y lo que se hace es traspasar el modelo de cursos on-line a un MOOC. Por esta razón muchos cursos on-line ya existentes se transforman casi de forma automática en un MOOC. La gran diferencia son los videos, que en algunos MOOC son obligatorios; parece que el mejor MOOC es el que más recursos se gaste en hacer el video.
Con estas condiciones no me extraña que haya un debate.
A favor. La sociedad en general, las universidades y las plataformas están a favor de los MOOC, incluso hay quien augura que es el fin de las universidades tal y como las conocemos.
En contra. Los alumnos de MOOC desencantados, docentes en general y gran parte de la web social se llevan las manos a la cabeza; ya que lo que ven es que son los cursos on-line de toda la vida, que hay un alta tasa de abandono, que se cobra y que al plantearse como un modelo de negocio, lo que se quiere es ordeñar la vaca, mientras tenga leche y después dejarla morir. Así pues, claro que hay un intenso, acalorado y masivo debate.
Voy a aportar mis ideas sobre los aspectos en los que nos deberíamos centrar; partiendo de que los MOOC son una buena idea, útiles y necesarios.
No hay que poner tanto el foco en la calidad de los videos, sino en el guión del curso. Todos sabemos que una buena película no depende de los actores, ni del coste de la misma; sino del guión. Evidentemente un buen guión con unos buenos actores y un gran presupuesto sería la bomba; pero es que nos estamos olvidando totalmente del guión.
Y ¿cómo sería el guión? Pues el guión tiene que tener en cuenta:
El curso es masivo y heterogéneo. Hasta ahora el curso se hace de igual forma que si fuese para 30 personas y todos con la misma edad, necesidades, perfiles y contexto. Tenemos que darnos cuenta que no se pueden diseñar de igual forma un curso on-line para alumnos de una asignatura académica que para un MOOC. Pues parece que las plataformas no se han dado cuenta, están empeñadas en que diseñemos un curso como si fuese para nuestros alumnos de toda la vida.
La diversidad de profesiones y perfiles académicos se debe considerar y utilizarla como ventaja. Por tanto el diseño del curso debe tener en cuenta que hay gente que al tener distintas necesidades formativas y en distintos contextos, pueden aportar distintas visiones sobre un mismo tema. Debemos contemplar este hecho y jugar con él a nuestro favor. Pues parece que nos empeñamos en hacer un curso para un mismo perfil de alumnado.
La cooperación es clave. Actualmente se suele pedir cooperar a los alumnos para la evaluación, unos alumnos evalúan a otros. La cooperación no sólo debe ser para evaluar, sino para crear recursos, mejorar los existentes, opinar, matizar, debatir……. Pero eso sí, organizando toda esa información. Pues parece que nos empeñamos en utilizar la web social de forma normal, si hay mucha participación y se genera mucha información, después no hay quien la encuentre.
En definitiva, los MOOC han llegado y si no hacemos nada por mejorar su eficacia y eficiencia, mucho me temo que no están aquí para quedarse, sino para explotarlos, ordeñarlos y después ir a otra cosa. Los MOOC son una buena idea, socializar la formación de la universidad también, nos debemos centrar en mejorarlos, disminuir las desventajas y analizar los fracasos.
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Investigación e Innovación Educativa 
Se trata de hacer accesible el conocimiento y eso, los MOOC, lo hacen. Que tengas que pagar si quieres la certificación, no hace que el curso y toda la formación obtenida deje de ser gratuita.
Es posible que no haya mucha innovación con respecto a los cursos on-line, pero hay que tener en cuenta que se necesita un periodo hasta que los MOOC encuentren su modelo (para eso se hacen las encuestas de los cursos), como ocurre y ha ocurrido con todos los nuevos formatos y herramientas. Un punto que considero importante, es que tenemos muy interiorizada la enseñanza tradicional, y no podemos migrar esta enseñanza en los MOOC. En este tipo de formación, cae mayor responsabilidad sobre los alumnos, que deben participar más y gestionar la información generada.
Por último, que los cursos sean heterogéneos, más que un problema, se puede ver como una oportunidad de aprender de personas que tienen otro punto de vista.
Ya veremos qué ocurre.
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Buenos días, Ángel:
Me gustaría comentar algunas cosillas, vaya por delante que soy una inexperta pero con la curiosidad despierta por el tema ‘mooc’.
Entiendo que los cursos masivos, abiertos y on-line tienen interés formativo por varias razones. La primera porque se trata de un ‘reto profesional’ que tiene que ver con el problema que apuntas: no sabemos a qué alumnos nos dirigimos, situación que tiene que tener reflejo en la manera de afrontar contenidos (nivel) y diseño (metodología). La variabilidad de alumnado (imprevisible) obliga a la máxima flexibilidad (varios diseños, me temo, o trayectorias distintas de un mismo curso para alumnos distintos). Si es único el diseño, entiendo que el alumno puede ‘despreciar’ una parte y engancharse y/o comenzar por otra, o comenzar al revés, sin importar la secuenciación sugerida.
La segunda. Se me plantea un problema: si se restringen los criterios de acceso al curso, ya no sería un Mooc, pero si no se hace, no sería un curso. Si cualquier persona puede hacerlo, el Mooc podría ser cualquier cosa, aunque nunca es verdad que cualquier persona pueda hacer un Mooc, otra cosa es que cualquiera pueda apuntarse a él.
Pienso en un Mooc como en el comienzo de un programa formativo de calidad si concilia el interés de una comunidad de aprendizaje, abierta a la participación y responsabilizada de mejorar el curso (en diseño, contenido, evaluación y recursos) como resultado de su propia experiencia formativa ¿Podría servir como criterio para la evaluación del curso su propuesta de mejora?
Un saludo desde Murcia. Micaela.
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Participé en un MOOC con certificación gratuito
Aprendí y compartí
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Estoy a favor, porque esto es la democratización del conocimiento, la inclusión de aquellos quienes no pueden acceder a una universidad, la oportunidad para todos, ahora si no habrá excusas para aprender.
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