Innovación educativa troyana

Aquiles

Fotografía by A. Fidalgo.

¡Estamos rodeados! En el exterior se utilizan las redes sociales, se coopera, se comparte (aunque sea sin querer), se busca información útil, se aplica y si les gusta se lo cuentan a sus vecinos (aunque sean vecinos de Whatsapp o Twitter).

¡Estamos rodeados! Las nubes ya no están en el cielo, las pueden tocar con la punta de los dedos, accediendo a múltiples servicios en Cloud Computing. Esos servicios han cambiado las formas de realizar las tareas, incluso las del hogar.

¡Estamos rodeados! Pero siempre hemos resistido y resistiremos. Ni todos los ejércitos juntos consiguen entrar en nuestra fortaleza, y eso que cada pocos años lo intentan. El último ejército comandado por una tal Bolonia lo ha intentado, pero después de varios años de cerco ya está en plena retirada.

¡Estamos rodeados! Pero, de hecho, nos gusta estar rodeados y cuando salimos del cerco nos sumamos a los que nos rodean, usamos sus mismos medios, sus mismos procedimientos e incluso su misma información.

¡Estamos rodeados! Nuestra fortaleza no está protegida por fuertes muros, es una barrera invisible y mágica. Todo el que entra en nuestra fortaleza, llamada aula, deja fuera sus hábitos cooperativos, deja de tocar las nubes con sus dedos, deja sus nuevos modos para volver a la esencia de sus antepasados.

Esa barrera invisible y mágica nos ha protegido durante siglos y nos seguirá protegiendo a través de los años, nadie desde fuera podrá cambiar lo que hay dentro del aula.

Esta situación no es nueva. Los griegos tampoco podían derribar las murallas de Troya, ni tan siquiera Aquiles fue capaz, hasta que Odiseo se le ocurrió ocultar a sus mejores guerreros en un caballo de madera construido por Epeo.

Creo que todas las personas que hacemos innovación educativa nos comportamos como Aquiles y su ejército, creemos que tenemos la razón y la fuerza y nos empeñamos en tratar de derribar las murallas que protegen al aula.

Sin embargo tenemos que ser Epeo, construir nuestro caballo de madera y grabar en él la palabra “innovación educativa”. Desde dentro, solo desde dentro, conseguiremos derribar esa barrera mágica e invisible o, al menos, abrir una brecha.



Categorías:Barreras Innovación, Educación

11 respuestas

  1. Excelente reflexión, sobre una verdad que nos muestras como a veces las propias convicciones son nada sin la estrategia adecuada

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