Educational Innovation City

¿Es posible el cambio educativo? Sí. Es posible. Eso es al menos lo que demuestran cientos de profesores y profesoras, todos los días, de cualquier nivel educativo y en todas partes del mundo.

El profesorado innovador, al igual que los pioneros, emigra de un contexto gobernado  por procesos y normas que oscurecen la educación, que, poco a poco, van matando la pasión por el aprendizaje (de profesorado y alumnado). El pionero, a menudo, realizando un gran esfuerzo, abriendo camino y sin ayuda de nadie llega a un destino regido por la participación activa del alumnado, por la cooperación, por la motivación y, sobre todo, por la realización de nuevos métodos y actividades.

Como dijo Obama en su discurso de despedida: “Sí, se puede. Sí, pudimos”. Pues si se puede y si pudimos, ¿por qué no hay cambio educativo?

  • Los políticos afirman que lo habrá cuando se firme el pacto educativo.
  • Parte del profesorado dice que cuando el alumnado venga más motivado.
  • Gran parte del alumnado opina que cuando haya profesorado más motivado.
  • Y la sociedad que cuando haya más recursos.

Ante esta situación, el profesorado innovador está afónico de tanto gritar que se puede hacer cambio educativo. Basta con tomar como ejemplo las buenas prácticas, organizarlas y llevarlas allí donde se necesiten.

Un pionero, por sí solo, puede servir de ejemplo e inspiración a otros. Pero cuando cientos de pioneros viajan juntos son capaces de formar ciudades allí donde alcanzan la meta. Tenemos que hacer el camino unidos, ayudar a los más rezagados y, sobre todo, formar una nueva ciudad  “Educational Innovation City”.

Debemos tener una meta y un lugar común. En caso contrario, seremos pioneros solitarios, desperdigados, posiblemente felices pero sin conseguir lo que es nuestro objetivo: EL CAMBIO EDUCATIVO.

¡¡¡Fundemos Educational Innovation City!!!



Categorías:Profesorado

4 respuestas

  1. Qué inspirador, gracias. Me encanta esto de la nueva ciudad “Educational Innovation City”.

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  2. Gracias por ser un constante motivador para que los profesores podamos apostar por los nuevos entornos que nos permitan potenciar el proceso de enseñanza-aprendizaje. Si esperamos que nuestros políticos, bajo el añorado “pacto por la educación”, sean los propulsores del cambio en la educación -fundamentalmente a nivel de ESO y Bachillerato- igual volvemos a tener una nueva desilusión. Tanto en el tema de la educación, así como en otros, parece ser que se vuelve a confirmar el dicho español que “los políticos son iguales aquí y en Lima”.

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  3. Gracias, Ángel. Adhiero a lo dicho por Nelson.

    Considero que la clave está en los profesores y si delegamos nuestra responsabilidad hacia arriba (directivas institucionales) o hacia abajo (nuestros estudiantes) es porque quizás nos falta conciencia de la responsabilidad social que tenemos. Y si nos ponemos a esperar que los políticos tomen buenas decisiones pues apaguemos y vámonos.

    Hace como un mes, un profesor nos invitó a reflexionar sobre lo siguiente: decimos que los estudiantes no aprenden porque no están motivados. ¿No será mejor que no están motivados porque no aprenden?

    Espero obtener la ciudadanía en «Educational Innovation City».

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Trackbacks

  1. Sí, és possible! – CARLA DABAU PADROSA

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