Cuando un estudiante suspende o abandona los estudios, es habitual echar la culpa al mismo estudiante y decir que “no valía para estudiar”; no se hace responsable al profesorado de ese fracaso. Es cierto también que cuando ocurre lo contrario, cuando un estudiante tiene buenas notas, tampoco se hace responsable al profesorado. Cuando esto ocurre es el estudiante el único responsable, se trata de un excelente estudiante y con una gran ilusión por los estudios.
Ante la sociedad tiene más repercusión social nuestro rol de “juez” que nuestro rol de formador. El problema no es lo que piense la sociedad, sino lo que el propio profesorado opina. Algunos profesores piensan que su rol principal es el de juez, que su principal misión es acreditar si una persona tiene conocimientos suficientes sobre su asignatura. Pero para realizar esta labor vale casi cualquier persona ya que muchos exámenes podrían ser preparados por personas sin conocimiento del tema, bastaría con elegir unas preguntas de un libro y posteriormente corregirlas.
Sin embargo, el rol que no puede tener cualquier persona es precisamente el de formador. El trabajo y misión del profesorado es conseguir que florezca el conocimiento de su alumnado. El profesorado realiza bien su trabajo cuando consigue que su alumnado tenga conocimientos, destrezas y habilidades suficientes para superar cualquier prueba de evaluación relacionada con los conocimientos que imparte. Evidentemente, el profesorado fracasa cuando, de forma habitual, una alta tasa de estudiantes no superan sus pruebas.
Hay mucho profesorado, buenos profesores no lo son todos y excelentes solo unos cuantos.
¿Quién es el profesorado excelente? Aquel que no solo hace florecer el conocimiento del alumnado, sino que consigue plantar dentro de él una semilla de conocimiento que irá creciendo durante toda la vida del alumnado.
Mi recomendación es que para el próximo curso intente plantar semillas en todo el nuevo alumnado que la sociedad ponga en sus manos.
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Investigación e Innovación Educativa 
Hola buen día profesor. Excelente artículo y totalmente de acuerdo con su planteamiento. Gracias por su atención . Abrazos
Enviado de Samsung Mobile
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Nosotros los Profesores si asumimos real y cabalmente nuestro papel, tenemos que estar conscientes de la realidad social en la que estamos viviendo con todos sus problemas existenciales y no ser parte de estos sino de la solución. Y no lo tomen a personal pues mi sentir no esta sujeto jucio de nadie.
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Es importante lograr que los docentes sean reflexivos y críticos de su práctica pedagógica, desde una mirada objetiva.
Busquemos en ellos el desarrollo del pensamiento divergente.
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Como siempre, muy buen artículo. Comparto!!
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Excelente.
Lo que tenemos que asegurar es que se den las condiciones para que las personas desarrollen toda su capacidad en clase, no importa cuánta tengan. El genio en
potencia debe estar siempre presente en el imaginario de los educadores, especialmente al comienzo del curso para motivar explícitamente a los alumnos y automotivarse como educador.
Innovar en clase desde la perspectiva del alumno significa también comprender el contexto en el que se desarrolla, es decir todo lo que influencia al alumno. Su
familia, amigos, el ámbito educativo, las demás materias y profesores, todo lo que es parte de su realidad es necesariamente parte de la clase y no puede ser obviado.
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Reflexiones que tocan el corazón, motivadoras e inspiradoras. Seguiremos sembrando. Gracias!
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Excelente artículo
Es cierto, el buen docente siembra semillas en sus estudiantes para que estos las mejoren cada día y así obtener productos de calidad durante la vida.
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En todo esto hay un lado de la moneda que no vemos. En caso que el alumnado no quiere dejarse ser sembrado.
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El educador de excelencia es aquel que sabe crear las condiciones para que los aprendices se conviertan en ciudadanos autosuficientes. Es el que deja de ser imprescincible…
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