La producción científica va bien ¿y el fracaso escolar?, pues también.

Los datos.

España ocupa el 9º lugar mundial en producción científica (documentos publicados), de la cual el 66% corresponde a la universidad. Esto significa que nuestro profesorado es francamente bueno en cuanto a publicaciones se refiere.

España ocupa la posición 39 a nivel mundial, en cuanto a innovación. No tengo datos de lo que  aporta la universidad a esta cifra, pero está muy lejos de lo que aporta a la producción científica. Esto significa que aun suponiendo que tengamos un aporte significativo, no parece que consigamos posicionar a nuestro país en los primeros puestos de la innovación (que tiene su repercusión directa en la generación de recursos económicos).

España tiene un 30% de fracaso escolar, tanto en niveles universitarios como no universitarios. Situándose en los últimos lugares (de los países OCDE) y muy lejos de las medias de los países desarrollados. Esto significa que el resultado del servicio que estamos dando es pésimo.

Para entender mejor los resultados interpretemos esos resultados como si fuésemos una empresa:

Nuestro personal es francamente bueno publicando.

Nuestra empresa no genera recursos económicos.

Nuestra empresa presta un mal  servicio a sus clientes.

El por qué de esta situación

El impresionante incremento en la producción científica se debe en gran medida a las políticas que se han seguido en la universidad. Para que el profesorado pueda obtener una plaza, para que pueda progresar, ascender y mejorar económicamente es necesario publicar.

Es evidente que si para todo lo anterior el indicador hubiese sido la tasa de fracaso escolar, los esfuerzos se hubiesen concentrado en mejorar el proceso de aprendizaje y reducir el fracaso escolar.

Es evidente que si para todo lo anterior el indicador hubiese sido la innovación (la que genera recursos económicos) los esfuerzos se hubiesen concentrado en obtener productos y servicios que mejoraran la competitividad de nuestra sociedad.

Los nuevos gestores y la toma de decisiones.

Evidentemente esta situación es heredada; es decir, los actuales gestores académicos nada tienen que ver con ella.

No entiendo mucho de grandes planes estratégicos, ni de toma de decisiones que puedan cambiar la actual situación académica. Pero imagino que nuestros actuales gestores, conocedores de la actual situación de la formación, han sopesado alternativas y son conocedores de que la formación es una inversión, de que la innovación genera recursos económicos y de que la situación de nuestra universidad es mala.

La decisión ha sido tomada y, por perpleja que a mi me parezca, esta ha sido:

CONTINUAR POTENCIANDO LAS PUBLICACIONES.

Para obtener una plaza de profesorado, para progresar profesionalmente y para mejorar económicamente se necesita publicar. Vamos, que ya que somos buenos en algo, vamos a mantenerlo (digo yo que habrán pensado en eso).

Del  30% del fracaso escolar, ni hablar. No hay forma de distinguir al profesorado de calidad del profesorado pésimo (que lo hay). Da igual que seas un buen o un mal profesor, nadie te lo va a tener en cuenta (excepto el alumnado y algunos colegas).

Del puesto 39 en la innovación, ni hablar. No hay forma de distinguir al profesorado que innova, que genera recursos económicos, que contrata becarios, que colabora con la empresa aportando ventaja competitiva. Supongo que eso, en la actual económica mundial, se deje para los que de verdad entienden de economía (por ejemplo a la Banca).

Pues nada, nada, que en la próxima década a lo mejor estamos los primeros en producción científica (y que conste que eso es bueno, que no estoy en contra), pero en cuanto a reducir el fracaso escolar y mejorar la innovación, pues no sé como evolucionará  pero lo que está claro es que cada vez menos profesorado se dedicará a la docencia  y a la innovación.

¿Por qué esta suposición?

Sencillo antes la publicación se valoraba, pero era opcional, si no publicaba no te promocionabas y ya está; pero ahora en la práctica es obligatoria, si no publicas, además te castigan asignándote el doble de docencia (y si publicas te quitan la mitad).

A lo que hemos llegado, tener más docencia se utiliza como castigo; con esta visión no creo yo que se reduzca el fracaso escolar ni se aumente la innovación. Pero queridos alumnos, apreciadas familias, estimada sociedad.. tendrán ustedes un profesorado en los primeros puestos mundiales de la producción científica (espero que esto les sirva de consuelo)



Categorías:Barreras Innovación, Educación

9 respuestas

  1. Excelente! Gracias por compartir tus reflexiones, a mí me has descubierto muchas cosas.

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