Fotografía by A. Fidalgo (autorretrato)
Los mejores maestros no dan la respuesta, solo muestran el camino; les dejan tomar sus decisiones, cometer errores…… Esta frase la pronunció el maestro William Schuester a sus alumnos en la serie “The Glee Club” (capítulo 12 – temporada 1)
Algunos dirán que el bueno de “Will” es un buen ejemplo de lo que pretende ser el Plan Bolonia (de momento el Plan Bolonia ha conseguido que en los programas definamos las competencias a conseguir en lugar de los objetivos); otros dirán que siguió los trabajos de un tal Norman Crowder, quien consideraba que el error era un instrumento de aprendizaje tan válido como el acierto y finalmente, muchos dirán, que esa es una serie de ficción en la que, como tal, se dicen frases de ficción.
En el aprendizaje informal el error suele ser un elemento importante, Oscar Wilde decía que la experiencia es el nombre que damos a nuestros errores; la ciencia aprende constantemente de sus errores y algunos de los grandes descubrimientos se basan en errores (que se lo digan a Cristóbal Colón cuando intento llegar a la India)
Sin embargo, en nuestro modelo educativo el error se paga, es un pecado que tiene penitencia; independientemente de las buenas intenciones del profesorado para que se produzca aprendizaje, los alumnos se preparan constantemente para no cometer errores, en ello les va el aprobado o el suspenso, el éxito o el fracaso. Parece que, como la serie “The Glee Club”, nuestra escuela es ficción, ya que en la escuela de la vida, el error ayuda a hacer el camino; levantarse y aprender de él es lo que marca la diferencia entre el aprendizaje y el no hacer nada (en el mejor de los casos).
Para este nuevo curso que vamos a comenzar mostremos el camino, dejemos que tropiecen en él (como a todos nos ha pasado) y seamos capaces de convertir el tropiezo en un elemento de aprendizaje; incluyamos en nuestro programa la competencia de “aprender de nuestros errores”.
Es mejor ver a nuestro alumnado tropezar que no ver nada; ya lo decía Einstein “Cualquiera que ha cometido un error ha intentado algo” y en el intento está el aprendizaje.
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Investigación e Innovación Educativa 
Efectivamente, debemos dejar que el alumno indague en su historial y «archivos» mentales la respuesta, puede acertar o dudar es parte del proceso formativo.
Solo que ajustamos la práctica docente al programa y al tiempo de la sesión, que limitamos nuestro quehacer y perdemos la oportunidad de trascender en el ritmo de aprender del alumno.Alguien dijo «déjalo ser» ¿Quién»
Saludos.
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yo tngo una duda sobre l plan bolonia.. se van a crear nuevas carreras universitarias?
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Desde luego al niño tenemos que dejarlo ser para que pueda aprender y transformar su vida y llegar a ser el mismo. estoy de acuerdo con usted maestro william, valernos de ello es significativo pues lograremos la transformacion integral del sujeto.
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YODRIMAR BERROTERAN ESCALONA
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