La web 1.0 se caracteriza por tener un esquema, en cuanto a la trasmisión de la información, similar a la que puede tener la televisión pero a través de internet. La web 2.0 se caracteriza por la cooperación del usuario en la construcción de la información; es decir, los contenidos son aportados por las mismas personas que los usan.
El día a día del proceso de la formación académica mayoritaria se realiza en el aula. En ésta, se distinguen claramente dos tipos de usuarios (y no lo digo ni por la edad ni por la forma de vestir), el profesorado y el alumnado. El modelo de transmisión de información (en algunas ocasiones de conocimiento) es 1.0: las clases, los libros, las tareas y las prácticas son 1.0. Siempre el flujo es profesorado como emisor, alumnado como receptor. Es un modelo muy similar a una televisión pero de un solo canal.
Es cierto que hay momentos en que el profesorado tenemos en cuenta la información que nos puede aportar el alumnado, pero siempre es para evaluarle, para comprobar si ha retenido la información que le hemos aportado.
La idea del modelo 2.0, que se está llevando a cabo en muchas aulas (aunque de forma minoritaria), plantea que en un aula hay una comunidad de aprendizaje, donde todos aportan información y hay una persona (el profesor/a) que debe transformar esa información en conocimiento. Los libros, la tarima, las sillas alineadas y los exámenes, que solo permiten abrir la cabeza del alumnado para ver toda la información que ha conseguido retener, no son herramientas válidas.
No es suficiente tener tecnología 2.0 para decir que tenemos un modelo 2.0. Usar una red social, blog, wikis, Moodle, etc. no convierte el aula en 2.0. La mayoría de las veces utilizamos estos medios para perpetuar el modelo 1.0. Es muy habitual utilizar Moodle para dejar el material que los alumnos deben estudiar. Es muy habitual utilizar blogs y wikis como lugar donde el alumnado deja la información para que el profesorado la evalúe.
Lo que convierte un aula en 2.0 es el cambio metodológico no la tecnología. Hay tres principios que pueden plantearse para iniciar el cambio de modelo:
- Tenga en cuenta el aprendizaje informal.
- Tenga en cuenta la información, que genera el alumnado, para construir el conocimiento.
- Utilice los medios tecnológicos para facilitar el cambio metodológico.
Sumar 1 es difícil. El problema no es aritmético, es de voluntad. El problema es querer hacer la suma. Mi recomendación es que intentemos hacer la suma, pero no para sumar 1, sino para sumar 0,1. Ya que como he dicho lo importante es comenzar a sumar, no la cantidad a sumar.
Categorías:Barreras Innovación, Tecnología Educativa, Web 2.0.
Investigación e Innovación Educativa 
Excelente Ángel, los cambios no lo producen las cosas, lo producimos las personas, los docentes. Tenemos una gran oportunidad que los nuevos espacios nos brindan, pero transformar un modelo requiere de mucho más que tecnologías. Ojalá todos podamos hacer una pequeña suma para comenzar.
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Muy acertado tu comentario. Los cambios las personas, pero no solo del profesorado, sino también de los gestores. 🙂
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Que buen aporte el que nos dejas acá, indudablemente así suceden las cosas, no sirve de nada tener aulas o instituciones repletas de artefactos tecnológicos si no nos estamos preocupando por las metodologías que empleamos en las clases. Duda hablar de un aprendizaje va más allá, del mero uso de las TIC, es realmente plantear las TEP y las TAC es decir debemos como docente empezar a transformar nuestros espacios en aprendizaje, en conocimiento, en participación y en trabajo colaborativo en los diferentes «espacios reales de aprendizaje»- entendiéndolos como diferentes al aula.
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Me uno a lo expuesto por la compañera macarina vasquez, pero además de ello debemos incluir, la voluntad de los organismos estatales responsables de la educación de una sociedad, de su sociedad real y no utopica. Mientras no se reconozca que la responsabilidad es de todos y que cada uno debe aportar desde su creatividad y atendiendo a las reales condiciones de los contextos sociales ese esquema estructural mental no cambiará y seguiremos con las mismas obsolecencias. Lo decía el doctor Angel Fidalgo, solo podremos reformar y fortalecernos cuando innovamos en la formación, innovación que debe darse desde la primera semilla abriéndonos al cambio de manera objetiva, mirando el aula y sus escenarios de manera constructiva y transparente.
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Efectivamente Edith,
La responsabilidad es de todos, lo que a menudo se olvida.
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Me encanta la propuesta, me ayudaría que aclaren como hacer el cambio metodológico, ojalá con un ejemplo.
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Reblogueó esto en Que no te aburran las M@TES.
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Muy interesante el símil web 1.0 para ilustrar la metodología clásica de enseñar en el aula. Sin embargo, la web 2.0 en el aula no es algo nuevo, quizá es algo que no se aplica suficientemente. En educación formal donde más se aplica es en educación infantil, desgraciadamente, posteriormente en educación primaria y en secundaria se usa predominantemente la 1.0, pero sí hay docentes que aplican el aprendizaje cooperativo en el aula. Lo que me parece más interesante es la posibilidad de aplicar el aprendizaje cooperativo como una prolongación del aula, donde los alumnos constituyan grupos de aprendizaje cooperativo sobre un tema del curriculo propuesto por el profesor y en el que el profesor solo tiene una función coordinadora. También es interesante en este sentido incluir la autoevaluación de los alumnos.
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Excelente diferencia entre tener tecnología 2.0 y aprovecharla para realizar un aprendizaje 2.0. Desafortunadamente muchos docentes y profesionales de la educación no logran todavía dar el paso a este nuevo paradigma educativo, por lo que se mantienen conservando el micrófono y la cátedra, por lo que no se benefician de las aportaciones de sus alumnos.
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