Cualquier acción conlleva aprendizaje pero no todo aprendizaje conlleva acción

 

Cualquier tipo de acción lleva asociado un aprendizaje tanto por el hecho de hacer la acción como por el resultado de la misma. La formación informal se basa en esta característica: realiza una acción y aprende de ella. Podríamos decir que este tipo de formación es una metodología activa, ya que se basa en la actividad. El aprendizaje se produce incluso cuando la actividad se hace mal y “finaliza” cuando la actividad se hace bien. El aprendizaje producido de esta forma nunca se olvida. Un buen ejemplo es aprender a montar en bicicleta, el aprendizaje comienza cuando tenemos en nuestras manos “la bici” y nos subimos a ella. Nos caeremos, pero la caída sirve para que se produzca aprendizaje. Al final aprenderemos a “montar en bici” y no se nos olvidará nunca (aunque llevemos años sin utilizarla).

Cuando nos centramos en el aprendizaje y no en la acción es como aprender a “montar en bici” pero sin bici. Posiblemente conseguiremos aprender el mecanismo de tracción, la aerodinámica, la misión de cada componente e incluso la historia. Pero cuando nos subamos a una bici, dicho aprendizaje no garantiza que no nos caeremos. Los humanos no estamos preparados para aprender de esta forma y por tanto lo aprendido se nos olvidará rápidamente. En muchos casos la formación formal se basa en este modelo.

Sin embargo la verdadera potencialidad la obtenemos mezclando los dos enfoques, por ejemplo aprenderemos a montar en bici, pero si además sabemos la aerodinámica, el mecanismo de tracción y la evolución de la bicicleta posiblemente podremos distinguir una buena bici e incluso crear una nueva bici más manejable, más potente o más barata.

No tengo claro si primero es la acción y después el aprendizaje, o primero el aprendizaje y después la acción. Pero lo que sí es seguro que acción y aprendizaje son necesarios. Las metodologías activas se basan en ello.



Categorías:Metodologías activas

4 respuestas

  1. Estoy de acuerdo con lo expuesto anteriormente.
    Hoy en día la información se encuentra de todas partes, pero realmente no todo lo que leemos, finalmente, se convierte en conocimiento.
    Al igual que con el aprendizaje, necesitamos de alguien que nos guíe y nos vaya dando pautas con el propósito de conseguir un aprendizaje pleno. Es cierto que hasta que llegamos a conseguirlo, posiblemente, haya alguna caída (tal y como expresa el símil del aprendizaje con la bicicleta); pero, también es cierto que si seguimos intentándolo, investigando y convirtiendo toda la información que recabemos en conocimiento, finalmente, conseguiremos un aprendizaje adaptado tanto a nuestras necesidades como objetivos.
    Yo tampoco tengo muy claro si irá antes el aprendizaje o la acción, pero lo que sí está claro es que ambos están interrelacionados y ninguno podría seguir adelante sin el otro.

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  2. Este autor expresa la gran duda existencial que nos preguntamos todos hoy día. En
    muchas ocasiones recibimos una información la memorizamos y no la
    interiorizamos para que pueda ser aprendida. Vivimos en una sociedad en donde
    estamos en continuo cambio y en donde podemos acceder a multitud de información
    en tan solo un segundo. Esto hace que a veces nos desinteresemos por lo que
    podamos aprender para el día de mañana.
    Por ello, necesitamos de alguien que nos forme, que nos de unas pautas a seguir para
    que así consigamos un aprendizaje completo y satisfactorio.
    por todo esto, como bien se dice en el texto no se que va antes si la acción o el
    aprendizaje, pero lo que si que tengo claro es que deberíamos aplicarnos mas el
    aprender a aprender y formarnos en nuestro futuro.

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