La luna y la innovación educativa

Luna flickrCCHace unos días hablábamos de cómo los cambios en determinados lugares donde habíamos experimentado ciertas vivencias durante nuestra niñez, podrían influir sobre la recuperación de las vivencias pasadas. Sin embargo, si ese lugar no había cambiado podríamos viajar en el tiempo hacia esas mismas vivencias.

Los que de pequeños tuvimos la suerte de pasar largos ratos admirando la luna, podemos volver a ella sin apreciar ni un solo cambio, incluso podemos seguir disfrutando de ella y de nuestras vivencias desde cualquier parte del mundo.

Lo  mismo me pasa cuando comienzo el curso, los alumnos son siempre los mismos (pero con otras caras), con las mismas edades de siempre, parece que no pasa el tiempo, que no ha cambiado nada. Para muchos de ellos la formación puede significar un cambio en su situación, en sus posibilidades o en sus capacidades profesionales y para algunos su única oportunidad de cambio.  Suelo pensar en esa situación y me siento satisfecho de ser profesor, de poder contribuir a que las personas mejoren su situación.

¿Y la luna? Pues la luna es la ilusión por hacer mejor mi trabajo, por superar barreras metodológicas, físicas, logísticas, tecnológicas, humanas, organizativas y políticas que nos impiden mejorar la calidad de la formación; la innovación educativa es la luna; es donde suelo mirar para mantener la sensación de que puedo seguir mejorando y ayudando a las personas a formarse.

La luna sigue y seguirá iluminando ilusiones; creo que otros lo llaman vocación y dicen que los que aplicamos innovación educativa lo hacemos por vocación. Creo que no; lo hacemos por ilusión, por compromiso con nuestros alumnos, porque creemos en nuestra profesión y porque sabemos valorar lo que de verdad es importante.

ASI QUE YA SABEIS, SI OS DICEN QUE LO HACEÍS POR VOCACIÓN, DECIR QUE ES POR PROFESIONALIDAD Y RESPONSABILIDAD.



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8 respuestas

  1. Hola de nuevo,

    creo que esta vez voy a discrepar (aunque no en el fondo). Me gusta pensar que la vocación me lanzó, en un momento determinado, a la carrera universitaria. Vocación investigadora y vocación docente. Y el placer de ver cada año , como muy bien dices, caras nuevas en las mismas aulas, con las mismas o nuevas aspiraciones, me hace mantenerme y disfrutar de mi trabajo. Sin embargo, la responsabilidad de mi «cargo» o de mi labor, me hace querer mejorar continuamente, y es en ese camino donde aparecen las metodologías docentes y la renovación , que, por cierto, nadie me enseño antes de lanzarme al ruedo…
    Por otro lado, desde hace unos dias tenemos, en un foro en el que comparto tiempo e ideas con muchos compañeros, un debate sobre los resultados y la percepción de los estudiantes, de forma que tras invertir mucho esfuerzo, tiempo e ideas (la profesora) la evaluación de los estudiantes ha descendido en mas de un 30%. Donde está «su» responsabilidad frente al trabajo? y su profesionalidad como estudiantes…a veces hasta la mejor y mas profunda vocación se resiente….

    o no?

    Ximo

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  2. Sobre lo primero es verdad que hay que tener vocación, precisamente para superar lo que comentas al final.

    Indudablemente si innovamos es por vocación (en este post así lo describí https://innovacioneducativa.wordpress.com/2007/02/25/innovacion-educativa-un-acto-vocacional/ ) pero creo que hay que defender también la profesionalidad y responsabilidad.

    Muchos compañeros me han comentado que si innovas (o te metes en estos líos) es porque te gusta (que en mi caso es verdad); pero muchas veces se asocia vocación a una cuestión personal y se acaba concluyendo que es que te gusta. En este post trato de defender la idea de profesionalidad frente a que es una situación personal que lo haces casi para divertirte; pero estoy de acuerdo que es la vocación lo que te mueve.

    Respecto a lo que comentas de los alumnos, la verdad es que es un mazazo, a mi me pasó lo mismo ( https://innovacioneducativa.wordpress.com/2007/02/13/%c2%bfinnovas-o-trabajas/ ) pero en mi caso fue que yo me equivoque de planteamiento).

    En la mayoría de las ocasiones las protestas no es ni por la innovación ni por el profesorado es porque se les rompe esquemas; por ejemplo, piensan dedicarle unos días antes del examen a estudiar y se les pone una evaluación continua (que creo que es más justo), como esto les hace trabajar diariamente, muchos protestan.

    Ximo, muchas gracias por tus comentarios; la verdad es que dan pie a debates intensos.

    Salu2

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  3. Hola Angel:
    Necesito tu ayuda. Resulta que estoy buscando un libro de un español que habla de una forma muy particular acerca de las matemáticas, tanto es así que comienza con la historia de una princesa. Disculpa la molestia. Gracias

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  4. Es muy cierto que nuestra «luna», vocación o motivación interna es un aspecto clave en nuestro desarrollo profesional. También lo es que, tras aplicar un gran esfuerzo, los resultados no sean satisfactorios puede desmoralizarnos.

    Creo que el tema clave es tratar de ver las cosas desde un punto de vista positivo y luchar por lo que realmente nos motiva, viendo los malos resultados como fallos y motivación para seguir mejorando. Cuando aplicamos inteligentemente esa motivación, nuestros esfuerzos suelen ser recompensados, si sabemos ver las cosas de la forma adecuada, como indica el libro indicado por Alyzu, si es el que yo creo que es:

    http://www.librosmaravillosos.com/matestahi01/capitulo1.html

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  5. Hola David, eso es rápidez en la respuesta. Creo que es libro que comenta Alyzu.

    Gracias

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  6. gracias, gracias, gracias…. David
    Angel, tu post está lleno de poesía…

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  7. Como todo innovador, tienes algo de poeta, y de la poesía «se va a la luna», casi siempre, es como una constante en nuestros impulsos. Me gusta la luna, especialmente «la luna de la cosecha», en realidad, es una luna gallega, por tanto, es «a lua da colleita», esa luna que ya hemos pasado, del comienzo del otoño que lleva mares de agua al levante, tranquilidad al occidente y productos para la despensa. Pero …. también me gusta la luz solar, sobre todo, el sol, porque el sol nos da la vida, y en realidad, la luna es sólo un débil reflejo de su luz. El sol naciente inspira a pueblos enteros, casi todos los que miran al Este, como es Japón, pero también sin simbolizarlo, Catalunya o Valencia o …… y tantos otros. El sol del poniente inspira a otros pueblos, y hasta les confiere determinadas características culturales, probablemente menos fáciles de manifestarse en pueblos del naciente, como la aventura, la proyección y otras. El sol, que por cierto casi nunca se le identifica con la poesía -¿por qué será?-, es el que nos da energía, y sin él, realmente no seríamos nada. Vivir esos tempraneros nacientes, y más en un día en que «adelantamos» por fin nuestro horario, es especial, porque realmente cuando se puede pensar bien es cuando uno se levanta, descansado, con ganas de hacer, con espíritu de modfiicar y de cambiar. No quiero ser más pesado: solo felicitarte por tu blog. El mio, creo que te interesaría a tí y a la gente que te visita. Me encantaría recibiros: http://www.robertocarballo.com/ Me dedico básicamente a innovación, en sus diversas facetas, entre ellas la innovación educativa, y lidero un grupo interfacultativo e interuniversitario de unos veinte profesores de la universidad que vocacionalmente nos interesamos en mejorar nuestros -casi diría, y por qué no- desastrosos procesos de aprendizaje. Lo que nos queda. Por cierto, mi grupo organiza dentro de un mes el III Encuentro de Intercambio de Experiencias Grupales Innovadoras en la docencia universitaria, en el campus central de la Universidad Complutense. En definitiva, y como todo no se puede escribir en un comentario, os espero, os espero en mi web, pero también si queréis en http://www.innovacioneducativa.net/ que es nuestra plataforma donde mostramos nuestro trabajo. También más ligero es nuestro blog: http://lunacreciente2006.blogspot.com/. Como veis también tenemos que ver con la luna ….. con la luna creciente. Un abrazo y gracias por leerme, Roberto Carballo. Universidad Complutense de Madrid

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  8. Hola roberto, muchas gracias por aportar tus comentarios; siempre invitan a una profunda reflexión y además son muy «agradables» de leer.

    Ya he visto que el III Encuetro de Intercambio es para el 27 y 28 de Noviembre, si pueden asitir personas que no hayan intervenido en esas experiencia, me pasaré por allí.

    Un abrazo y gracias.

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